Obscuro es el momento, siniestro el corazón
lágrimas de sangre, ojos e sol,
néctar de estrellas, radiante su voz,
el destino te embuelve, en su manto de amor.
El sollozo me aturde, que cruel sensación
por mis ojos entran, tus ojos mi amor.
Si la noche nos quiere juntos
la luna te traera a mi.
He visto tus manos, quemadas por el hielo.
Si tus besos no tengo, yo siento que muero!
Sutil despedida, maldito adiós.
miércoles, 29 de abril de 2009
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