lunes, 27 de abril de 2009

CUANDO UNA NOCHE DESPERTÉ


Cuando una noche desperte, tus ojos infinitos ví, llamandome, reviviendome en silencios fúnebres.

Cúando una noche desperte, oliendo tu blanca piel, como un cruel malbón destruido quedé.

Cuándo una noche desperte, sentí tus manos frías, congelaronme tu aroma, tus ojos, tu piel, tus silencios.

Cuado una noche desperte, recordndote, como si los tiempos hayan pasado, siglos hayan quedado atrás, y aún así recordándote.

Eres como una cruel serpiente ambrienta, devoras todos mis momentos, mis sueños, fantasías; Me haces viajar a un mundo que ya no es solo mío, sino que ahora es nuestro.

Las madrugadas ya son frías, añejas, muertas, y pensar: Hace dos días que no te veo, y te extraño tanto.

Solamente una Luna ha pasado desde que te he conocido, pero cuan feliz me has echo en ete tiempo.


Es como si te hubiese estado esperando todo este tiempo.

No hay comentarios: